En la ladera soleada de los Alpes se cuenta el Valle italiano de las manzanas, en el Tirol del Sur – Südtirol. Es el área de manzanares más extensa y concentrada de Europa, donde las manzanas encuentran las condiciones climáticas idóneas para ser seguramente una de las manzanas más conocidas en el mundo.
La primavera en el Tirol del Sur – Südtirol es una época muy especial, a la que se espera durante todo el año. La primavera trae consigo el despliegue de colores y aromas que supone la floración de los miles de manzanos que decoran los valles de la zona.
La floración del Valle italiano de las manzanas

Es un momento de belleza y esplendor natural pero también es una etapa crucial pensando en la futura cosecha del Valle italiano de las manzanas. Es necesario que los agricultores logren mantener las flores intactas (protegidas de los fenómenos meteorológicos) y garantizan una óptima polinización de las mismas, se darán las condiciones adecuadas para que surjan las manzanas.
Pero… esto no es tarea fácil. El Valle italiano de las manzanas en el Tirol del Sur – Südtirol tiene un curioso sistema antiheladas.
Ricky Huber Ortler es cultivadora y embajadora de la manzana Marlene®, ella cuenta lo delicado que es el momento de la floración y lo importante que es el trabajo de los cultivadores en esta fase para que el proceso sea un éxito.
En primavera, la principal tarea es proteger a los manzanos del frío: las noches primaverales siguen siendo muy frías y si la temperatura desciende por debajo de cero hay que aislar las yemas del hielo intenso.

Para ello se utiliza un sistema conocido como riego antiheladas, con el que se crea una capa de hielo alrededor de los brotes, protegiéndolos de cualquier posible daño por temperaturas extremas. Se trata de un fenómeno que se conoce como calor de solidificación: el agua congelada alrededor de las yemas del árbol libera energía e impide que la temperatura del interior, protegida por la capa de hielo, descienda por debajo de cero.
“Por fortuna tenemos una aplicación de alerta de heladas, que en cuanto suena la alarma, tenemos que actuar rápidamente para activar el riesgo por aspersión, da igual la hora de la noche que sea”, dice la cultivadora Ricky.
Además de funcionar como una eficaz protección natural, la capa de hielo sobre los manzanos en flor los convierte en otro espectáculo de inusual belleza. Igualmente impresionante como espectáculo nocturno es ver las filas de velas antiheladas encendidas que, con el mismo fin, se colocan a lo largo de las hileras de manzanares en algunas zonas de cultivo.
De la flor al fruto. Polinización natural con abejas

“La floración desempeña un papel increíblemente importante en el ciclo vital de una manzana, es la base del nacimiento de la fruta”, explica Ricky Huber Ortler.
“Durante la etapa de la floración colaboramos estrechamente con los apicultores: ellos transportan las colmenas a los manzanares y nosotros nos aseguramos de que no se utilicen productos fitosanitarios perjudiciales para las abejas”.
Curiosamente, el singular color blanco rosado de las flores de los manzanos sirve para atraer a las abejas, abejorros y avispas, de modo que las flores son polinizadas y las manzanas nacen al cabo de unos meses.
En el Valle italiano de las manzanas trabajan cerca de 4.600 familias, y en primavera, cada una de ellas pone el máximo empeño para proteger las plantas y conseguir una polinización exitosa.
Pero, ¿cómo funciona el proceso? Cuando una abeja se posa en una flor para chupar su néctar, el polen se queda adherido a sus patas. Cuando vuela a la siguiente flor, el insecto transporta el polen y esto favorece la polinización. El polen es transferido desde el estambre (órgano floral masculino) hasta el estigma (órgano floral femenino). De esta forma, se produce la germinación y fecundación de óvulos de la flor, lo que da lugar a la producción de semillas y frutos.
Un proceso que debe darse de forma completa y armoniosa en todo el manzano, de lo contrario se corre el riesgo de que el fruto no crezca, o de que sólo lo haga en una rama del árbol. Para obtener una cantidad suficiente de manzanas maduras, hay que fertilizar entre el 3% y el 8% de las flores del manzano.
Parte del trabajo de los cultivadores en primavera es también asegurarse de que los virus, las bacterias y las esporas de hongos no atacan a los manzanos. Nunca hay que bajar la guardia.
Las flores de los manzanos crecen en comunidad

Un dato curioso: las flores de los manzanos se producen en grupos. La flor central, o “cabeza”, florece primero y es la que produce los frutos. Otro hecho interesante es que cada variedad de manzana tiene una flor diferente, en términos de color, filigrana y tamaño.
Los primeros frutos pequeños comienzan a aparecer en junio. Los cultivadores tienen que “ralear” la planta, dejando una o dos manzanas en cada brote y eliminando el resto para no sobrecargar la planta. Después, sólo queda esperar hasta el final del verano para empezar a recoger las manzanas.
A pesar de que es un momento corto en el calendario, la floración es clave y especial en el ciclo de crecimiento de las manzanas del sello azul. Las condiciones orográficas y climatológicas de Tirol del Sur/Südtirol junto con el trabajo de los cultivadores durante todo el año, pero especialmente estos días, demuestran el por qué la fama de las hijas de los Alpes.
Con información de Manzanas Marlene®