En ellos, el pensamiento encontró forma y sabor. Acompañados de buen café, los hombres de las letras y del arte del siglo XIX eligieron estos bares como lugar de encuentro. Se dedicaron a escribir, conversar y soltar angustias al calor del tango en alguno de lo bares notables de Buenos Aires, espacios que hoy son Patrimonio Cultural de la Ciudad de Buenos Aires.
Roberto Alt, Carlos Gardel, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar y Benito Quinquela Martín fueron algunos de los artistas e intelectuales, tanto argentinos como internacionales, que frecuentaban algunos de los más de 80 bares de la capital argentina que tienen el honor de ser «notables», una categoría otorgada por la Ley nº 35.
¿Qué son los bares notables de Buenos Aires?
Esta ley define como bares notables de Buenos Aires a todos los bares, billares y confiterías cuyo diseño arquitectónico y antigüedad son destacados, a la vez que guardan una relación significativa con la actividad cultural. Una relevancia ganada gracias a cada encuentro, cada letra escrita y cada sorbo de café que, antaño, tuvieron a hombres del saber como protagonistas y que, hoy, invitan al ciudadano a sumergirse en el vaivén del tiempo.
¿Nos tomamos un café en Buenos Aires?
- Café Tortoni: las letras y cenefas de su nombre recuerdan los títulos de crédito de la película El Gabinete del doctor Caligari, de Robert Wiene. En su interior, los cuadros y los poemas cuelgan envolviendo el bullicio de la sala. Ninguna mesa libre; el Tortoni es el café notable más antiguo y emblemático de la ciudad. Fundado en 1858, toma el nombre de su homónimo ubicado en París. En La Bodega del café, un telón de tela gruesa y roja da la bienvenida a shows de tango en petit comité. Si cerramos los ojos perdemos el sentido del tiempo y hasta del espacio: del expresionismo alemán de Wiene al Moulin Rouge de la capital francesa.
- Ubicación: Avenida de Mayo 825, Montserrat.
- London City: en una esquina del barrio de Montserrat, Julio Cortázar sigue presente. En este bar notable de Buenos Aires el autor argentino escribió Los Premios – su primera novela publicada – e hizo reunir a sus personajes Lucio y Nora. Recortes de prensa, baldosas en blanco y negro y el rostro del autor es lo que queda de este bar que, desde 1954, abrió en honor a las tiendas inglesas que se encontraban en la zona.
- Ubicación: Av. de Mayo 599 esquina Perú, Montserrat.
- El Gato Negro: en plena avenida Corrientes – conocida por su amplia oferta teatral – encontramos este antiguo almacén de especias. Frascos de cristal con canela, curries y azafrán, se ordenan en un viejo mostrador de roble, recordando a la tienda que el español Victoriano López Robredo abrió después de haber vivido en Singapur y Filipinas. Inspirado en el menú del Transiberiano – donde aparecía el símbolo de un gato – y en el café El Gato Negro de Madrid – ubicado en la calle Alcalá de la capital española – López Robredo dio a luz a este espacio de fragancias que hoy también funciona como café y restaurante. Entrar en este café notable de Buenos Aires es viajar por los principales mercados orientales del mundo.
- Ubicación: Av. Corrientes 1669, San Nicolás.
- Bar Plaza Dorrego: un gran corazón sobresale entre todas las ralladuras. Nombres, círculos, signos y tachones cubren la madera del mostrador de este bar tradicional, mostrando que el porteño de hoy también quiere dejar su impronta. No hay ni un hueco libre entre tanto grafiti grabado en la madera. Siendo el café donde los escritores Jorge Luis Borges y Ernesto Sábato se encontraron en los años setenta, es un emblema de San Telmo, barrio corazón de Buenos Aires que hoy destaca por sus iglesias. Ubicado frente a la Plaza Dorrego – donde los domingos se instala la feria de San Telmo – en verano, abre sus puertas para que música, milonga y café sean corriente de aire.
- Ubicación: Calle Defensa 1098, San Telmo.
- Café La Poesía: un piano sin usar se encuentra en la esquina de Chile y Bolívar. El café abrió sus puertas en 1982 de la mano del poeta Rubén Derlis. Entre 1988 y 2009 cerró para dar paso a una serie de comercios que fracasaron, de los que aún se conservan algunos muebles. Hoy, esta casa café de dos pisos y tres salas es una usina de objetos reciclados: sifones de cristal, cajones de un antiguo almacén, patas de jamón, fotografías de una Buenos Aires en blanco y negro y un sinfín de imágenes de escritores argentinos como Rodolfo Walsh, María Elena Walsh y Victoria Ocampo, entre otros. En el pasillo, letras y notas improvisadas cuelgan de un corcho: La paciencia es un privilegio que no se merecen los imbéciles, deja alguien escrito.
- Ubicación: Chile 502, San Telmo.
«Se considera bares notables de Buenos Aires a aquellos bares, billares o confiterías relacionados con hechos o actividades culturales de significación; aquellos cuya antigüedad, diseño arquitectónico o relevancia local, le otorgan un valor propio», Ley 35.
- Café de los Angelitos: 350 fotografías de época cubren las paredes de este emblemático café, especialmente conocido por sus imponentes cenas maridadas con tango. Inaugurado en 1890 con el nombre de Bar Rivadavia, empezó siendo un espacio de tierra y fue escenario de los duelos verbales con rimas improvisadas de los payadores Gabino Ezeiza, Higuito Cazon y José Betinotti.
- Ubicación: Av. Rivadavia 2100 – Balvanera.
- Las Violetas: el día en que se inauguró, un tranvía trasladó al ministro Carlos Pellegrini – futuro presidente del país – hasta esta confitería de Almagro. Era el año 1884 y aún estaban por llegar las puertas de vidrios curvos, los vitrales franceses y los pisos de mármol italiano. Hoy, el café brota en su máxima expresión durante la hora del té. Las luces del anochecer brillan acompasadas entre vidrieras y meriendas exquisitas, mostrando cómo el pasado del escritor Roberto Arlt convive con el presente.
- Ubicación: Av. Rivadavia 3899, Almagro.
- El Banderín: en una esquina de Almagro – donde hoy el tango y el teatro son protagonistas – el almacén bar El Asturiano pasó a manos de un fanático del River Plate. Fue así como el café empezó a llenarse de banderines del equipo porteño de River, y después de otros equipos de fútbol, aprovechando los viajes que su propietario realizaba por Europa. Hoy, los muros de El Banderín son una exposición en directo de la pasión futbolera argentina, una oda, una colección única. Apoyados en la barra, podemos escuchar historias de cancha y de barrio.
- Ubicación: Guardia Vieja 3601, Almagro.
- La Biela: faroles antiguos, bocinas de viejos automóviles, bielas y clásicos radiadores Hispano Suiza decoran este café con más de 150 años de vida. Definido por su gran pasión automovilística, varias fotografías honran a los grandes del motor como Juan Manuel Fangio, cinco veces campeón mundial de la Fórmula Uno. También, presentes en una mesa en la entrada, los escritores Jorge Luís Borges y Bioy Casares en una eterna tertulia. Otras imágenes relatan el paso del tiempo del barrio de La Recoleta, donde se encuentra el café. Su terraza regala hermosas vistas al emblemático gomero de la plaza de enfrente – el considerado el árbol más viejo de los porteños – así como dulces puestas de sol sobre la Iglesia Nuestra Señora del Pilar y el Cementerio de los Monjes Recoletos, famoso por contener el mausoleo de Eva Perón, entre otras personalidades argentinas.
- Ubicación: Av. Quintana 600, Recoleta.
- Café Margot: la esquina de Boedo y San Ignacio convoca a los amantes del café de barrio. En él, se encuentran los vecinos de la avenida Independencia y de la avenida San Juan. Lejos del turismo, las charlas son distendidas, discretas, genuinas. Sus paredes evocan la belleza con todo lo hecho a mano: ladrillos y tejas envuelven al visitante. Se cuenta que en los años 50, Juan Domingo Perón hizo trasladar su comitiva hasta este local, probando el sándwich de pavita en escabeche, hoy especialidad del local.
- Ubicación: Av. Boedo 857, Boedo.
- El Progreso: en la esquina Montes de Oca – también conocida como antigua Calle Larga de Barracas – y California, encontramos un edificio construido en 1911 por los arquitectos Emilio Hugue y Vicente Colmegna. Es parte del repertorio Art Nouveau de Buenos Aires y, en él, se instala este bar emblemático de Barracas, uno de los primeros barrios de la ciudad, construido en la zona del Riachuelo, vertiente del Río de la Plata. Todo lo que desprende El Progreso es recuerdo y sencillez. Afuera, las vías de un tranvía inactivo parecen indicar que nada se pierde del todo cuando se está acompañado por un buen café.
- Ubicación: Av. Montes de Oca 1702, Barracas.
Encuentra esta selección de bares notables en tu visita en Buenos Aires