“La belleza es el resplandor de la verdad, y como que el arte es belleza, sin verdad no hay arte”. Antoni Gaudí
El modernismo catalán está hasta en las farolas de alumbrado público de Barcelona. Entre sus estrechas calles se esconden decenas de viviendas, edificaciones y detalles trabajados bajo las manos e ideas de grandes arquitectos de la época. Y aunque fueron varios los personajes detrás de esta corriente artística, sin duda Antoni Gaudí es uno de sus protagonistas más destacados, el más famoso arquitecto español del siglo XIX. Sin embargo, si no fuera por sus mecenas, por aquellos increíbles trabajos solicitados por la burguesía de aquel entonces, no sabríamos cuál hubiera sido la huella que existiría de Antoni Gaudí. ¿Se han pregunta el porqué del nombre de las obras que conocemos de él?
Antoni Gaudí en 1873 inició los estudios en la Escuela de Arquitectura de Barcelona y como muchos estudiantes de hoy en día, Gaudí estudiaba y trabajaba. Él lo hizo con el maestro de obras Joseph Fontseré quien estuvo a cargo del proyecto del Parque de la Ciudadela de la Ciudad, es decir, empezó con los grandes. El día que Gaudí se graduó el director Elies Rogent declaró: “No sé si hemos dado el título a un loco o a un genio, el tiempo lo dirá.” Y así ha sido.
Uno de los primeros trabajos de Gaudí como arquitecto fueron precisamente las farolas para el alumbrado público de la ciudad, y fue la Sagrada Familia, su última gran obra que aún hoy se sigue construyendo. Antoni Gaudí se destacó, entre otras cosas, por ser un arquitecto que hizo presente el trabajo artesanal: la cerámica, la vidriería, el hierro forjado y la carpintería. Oficios que utilizó para exponer sus creencias religiosas, la búsqueda por crear y fortalecer la identidad de Cataluña y sobre todo, Gaudí tuvo como musa a la naturaleza. De inicio a fin su carrera fue exitosa y pero definitivamente no hubiera sido la misma sin un personaje en su vida, su gran mecenas.
“Con tiestos de flores, rodeado de viñas y olivares, animado por el cloquear de las gallinas, el canto de los pájaros y el de los insectos, y con las montañas de Prades al fondo, capté las más puras y placenteras imágenes de la Naturaleza, que siempre es mi maestra.” Antonio Gaudí.
Eusebi Güell, el gran mecenas de Gaudí.
Según cuentan las fuentes oficinas, el encuentro entre el artista y el mecenas inició cuando Eusebi Güell vio en la Exposición Universal de París de 1878, la vitrina realizada por Antoni Gaudí para el comerciante de guantes Esteve Comella. Esa atracción por el trabajo de Gaudí lo llevó a solicitarle un primer encargo para la Colonia Güell. Después llegaría la propuesta para el Palau Güell; la bodega vinícola en el Garraf, la iglesia de la Colònia Güell, es decir, una vez dado el primer encuentro, lo demás fue historia. La relación no se limitó a un cliente-arquitecto, se transformó en una amistad entre el artista más importante del momento y un empresario impulsor de la industria nacional con gusto por las artes. Y fue como Eusebi Güell, paso a ser el gran mecenas de Gaudí.
La familia Güell proviene de Torredembarra, Cataluña y desde el siglo XVII se dedicaron al comercio con América. Pau Güell realizó su carrera comercial en Santo Domingo y murió en tierra mediterránea en 1830. Su hijo, Joan Güell dejó España y se estableció en Cuba, ahorró y llegó a concentrar una fortuna que utilizó para viajar por el mundo; en Barcelona fundó el taller la Barcelonesa para fundir hierros y reparar y construir máquinas para la industria textil. A los 45 años se casó con Francesca Bacigalupi i Dolcet para más tarde darle la bienvenida al mundo a Eusebi Güell que nació en Barcelona el 15 de diciembre de 1846. Su madre murió en el parto, su padre se casó de nuevo con su cuñada Camila, y llegó más tarde Josefina, la única hermana de Eusebi que también se quedaría sin madre por la misma razón.
Eusebi Güell estudió derecho, economía y ciencias en Barcelona, Francia e Inglaterra. Se hizo cargo y sacó adelante los negocios e industrias que heredó de su padre, fundó una fábrica de panas y tuvo cargos en el consejo del Banco Hispano Colonial, en la Compañía de Tabacos de Filipinas, la compañía de Ferrocarriles del Norte, el crédito Mercantil, la compañía Transatlántica y el Banco Vitalicio. Es decir, se trataba de un hombre de negocios y activo en la vida política de Cataluña. Se casó con Isabel López y tuvo 10 hijos: Isabel, María Luisa, Joan Antoni, María Cristina, Eusebi, Claudi, Santiago, Francisca, Josefina y Mercé. Poco antes de morir, Alfonso XIII lo ennobleció con el condado de Güell, razón por lo que es común leer sobre él como Conde Güell.
Han sido varios los de apellido Güell que han formado parte de la construcción de lo que hoy conocemos como Cataluña, una familia presente e influyente por más de dos siglos y que pocos viajeros conocen cuando escuchan o visitan las obras de Gaudí, aún cuando es uno de ellos, Eusebi, quien dio rienda suelta a la creatividad del arquitecto y con ello, inmortalizar aquellos espacios que fueron creados para la familia y trabajadores y que, algunos desde hace muy poco tiempo, están abiertos al viajante.
Las obras de Antoni Gaudí para la familia Güell
- Los Pabellones de la Finca Güell: Se rediseñó el jardín y se construyeron los dos pabellones de la entrada con un estilo oriental, inspirado sobre todo en la India, Persia y Japón. Dentro de la vivienda Antoni Gaudí trabajó con unas escaleras monumentales, un mirador, un templete y un picadero al aire libre, todo ello destruido en 1919 para la construcción del Palacio Real. En el resto de la finca, se construyó el muro de cerca, la portería, las caballerizas y el picadero, que son los elementos que podemos visitar. Ha sido un largo el camino, pero fue en 2015 cuando se abrieron los Pabellones al público.
- El Palau Guell: Si no sabes qué es modernismo catalán, no te preocupes, el Palacio Guell es un ejemplo tangible. Está en la Calle Nou de la Rambla de Barcelona y aquí Antoni Gaudí nos presenta veinticinco soluciones distintas para el diseño de una fachada, lo hace siguiendo la línea e influencia oriental. Y aquí tenemos lo que es quizás, uno de las características más disfrutables de todo viajero visitante a las grandes obras de Antoni Gaudí, la azotea.
- Las Bodegas Guell: La construcción fue hecha con la piedra caliza del terreno y de forma triangular. Un conjunto arquitectónico donde Gaudí, en colaboración con su ayudante y discípulo Francesc Berenguer i Mestres, construyó estas bodegas que incluían una vivienda para el portero. ¿Se imaginan? Ser portero y vivir en una casa de estilo modernista creada por Gaudí?. Se ubica muy cerca de Sitges, Barcelona y se trata de bajo el estilo gótico medieval.
- El Parque Guell: Seguramente una de las piezas más famosas de Gaudí y Güell. Un parque que no fue ideado para serlo, sino para construir una exclusiva zona residencial de alta categoría, 60 viviendas entre un inmenso jardín con una vista panorámica sobre la ciudad. Sin embargo sólo se vendieron dos terrenos: una de ellas es la actual Casa-Museo Gaudí, donde vivió el arquitecto entre 1906 y 1925 y la otra la Casa Trias, del abogado Martí Trias i Domènech, amigo de Güell y Gaudí. Después de la muerte del conde Güell el parque se vendió al Ayuntamiento de la ciudad el parque para convertirlo en el espacio público que es desde 1926.
- El chalet del Catllaràs: Se sabe que el objetivo era alojar a los ingenieros de las minas de la Serra del Catllaràs, pero se sabe poco en realidad. Dentro de los datos que se conocen, se marca 1932 como la fecha en la que el chalet fue cedido al Ayuntamiento de La Pobla de Lillet, sufrió y vivió un progresivo deterioro que se agravó en la guerra civil y la posguerra. El aspecto original del edificio, todo él rebozado de cemento, se perdió, también la doble escalera circular que Gaudí diseñó para acceder a los diferentes pisos. En 1971 se restauró para convertirlo en una casa de colonias pero cerró al poco tiempo. Hoy es una obra perdida entre las montañas que podemos visitar por el exterior.
- La cripta de la Colonia Güell: El proyecto global de la colonia obrera completo, incluía hospital, fonda, escuelas, comercios, teatros, cooperativa y capilla, además de las fábricas y las viviendas para los trabajadores, pero solo se construyó la cripta porque llegó la muerte del conde Güell y con ello el final del proyecto. La cripta fue asaltada e incendiada durante la Guerra Civil y con el paso de los años y bajo varias críticas de si respetaba o no los diseños originales de Gaudí, se restauró y hoy podemos visitarla.
Ahora te preguntarás, ¿quiénes son los otros mecenas?
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Fuentes:
[…] Casa Calvet fue un encargo de Manel Vicens i Montaner, hombre de negocios y corredor de comercio y bolsa que formó parte del movimiento cultural de la Renaixença. Había heredado la vivienda por parte de su madre y deseaba hacer algo con ella, así que se acercó a Gaudí. Fue el primer gran cliente del arquitecto, aunque tuvo uno aún más importante: Eusebi Güell. […]