Los espacios dedicados al arte, a la reflexión, o simplemente a tomar una pausa en nuestro camino cotidiano, pueden ser increíblemente simples pero transformadores. La presencia de un árbol en una esquina, el movimiento del viento a su alrededor, crea una atmósfera única. Una escultura en una plaza o al borde de una acera puede crear magia. Un parque inesperado en nuestro recorrido, pero que resulta ser un oasis bienvenido. Rincones o espacios que parecen sencillos a primera vista, pero que se convierten en lugares majestuosos con un poco de creatividad.
El arte es un reflejo de nosotros mismos, de nuestro ser en un momento dado, expresado a través de la sensibilidad de un artista. Marca una época, una tendencia, un lenguaje único que logra trascender y forjar una identidad.
En la Ciudad de México, dentro de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se halla un tesoro cultural conocido como el Espacio Escultórico de la UNAM. Situado en plena Ciudad Universitaria, este lugar está dedicado a la expresión artística y a la geometría monumental. Con piezas gigantescas erguidas en tierras de un volcán, ofrece un hábitat único en un ambiente académico y humanista.
El Espacio Escultórico de la UNAM, ubicado en el Pedregal de San Ángel, reposa sobre la tierra y las piedras lávicas dejadas por el volcán Xitle. Este paisaje volcánico, con su flora y fauna privilegiadas, proporciona un fondo inigualable para las obras.
La Experiencia sensorial en el Espacio Escultórico de la UNAM
Con 120 metros de diámetro, el Espacio Escultórico da voz a una época en México donde, tras el movimiento de la pintura mural de la primera mitad del siglo XX, la segunda mitad vio nacer el movimiento escultórico geométrico monumental. Este fue un tiempo de reflexión sobre la tradición y la vanguardia del país, apoyando la modernización de México.
Los fundadores de este espacio eran jóvenes universitarios con la visión de revivir principios artísticos olvidados por siglos: convertir el arte en un evento vivo y dinámico, basándose en el voluntarismo y la innovación.
Este proyecto colectivo, liderado por el escultor mexicano Federico Silva y otros artistas distinguidos, sigue siendo hasta el día de hoy un espacio vibrante dedicado a la expresión artística. Un paseo entre vegetación, piedra lávica y esculturas monumentales te espera, donde algunas piezas invitan a interactuar físicamente con ellas, mientras otras solo pueden ser admiradas a distancia.
Sin embargo, la falta de mantenimiento y el vandalismo han dejado su marca, una visión triste para un lugar tan emblemático. Grafitis y descuido han afectado la belleza del espacio, opacando la expresión de una generación artística.
El Espacio Escultórico de la UNAM forma parte del Centro Cultural Universitario de la UNAM, rodeado de importantes recintos culturales. Es un lugar que cautiva incluso a quienes no se consideran grandes conocedores del arte. Al recorrerlo, te alejas de la bulliciosa Ciudad de México y te sumerges en un entorno histórico y artístico, ofreciendo una experiencia única e inolvidable.
Visitar al Espacio Escultórico de la UNAM
Dirección:
El Espacio Escultórico se encuentra dentro de Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México, en Coyoacán.
Cómo Llegar:
- En coche: Desde el centro de la Ciudad de México, toma el Paseo de la Reforma hacia el sur y sigue las indicaciones hacia Ciudad Universitaria. Hay estacionamiento disponible en las inmediaciones.
- En transporte público: Puedes tomar el Metro hasta la estación Universidad (Línea 3), y de ahí, caminar o tomar un Pumabús, el transporte interno de la UNAM, que te dejará cerca del Espacio Escultórico.
Costo:
- La entrada al Espacio Escultórico de la UNAM es gratuita.
Consejos:
- Mejor hora para visitar: Las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde son ideales para evitar el calor del mediodía y disfrutar de la mejor luz para fotografías.
- Qué llevar: Es recomendable llevar agua, protector solar y sombrero, especialmente en días soleados, ya que gran parte del recorrido es al aire libre.
- Antes de tu visita, verifica la página oficial o las redes sociales de la UNAM para obtener información actualizada sobre horarios y posibles cambios debido a eventos especiales o mantenimiento.
Vivo a escasamente cinco minutos de la universidad. De hecho, voy a pedalear seguido por esas vialidades, pero no me he detenido a observar detenidamente cada cosa descrita. Con ese sentimiento de culpabilidad, ya me empieza a obligar a conocer mi centro habitual.
Saludos¡¡