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viernes, diciembre 13, 2024
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Lo prohibido en China

No todo a lo que estamos acostumbrados en nuestro país está permitido en otros. Podemos dar por sentado –a veces- la libertad de expresión o la planificación familiar, por ejemplo; hasta que viajas y comprendes otras formas de vida es que se aprecia lo que se tiene en casa. Así fue China, me abrió los ojos a otra realidad: Shanghai, Tibet y Beijing con dos prohibiciones que no dejaron de rondarme la cabeza durante todo el viaje.

Era mi primera travesía a ese país, todo era novedad. Las costumbres, la arquitectura, los sabores, los olores, el estilo de vida, no paré de sorprenderme y cuestionarme lo que veía. Pero lo más sorpresivo fue experimentar el control que el Estado tiene sobre algunos aspectos de la vida diaria de sus ciudadanos: el acceso a la información en internet y la política de un hijo por pareja.

Ruixue o Cindy, su versión occidental de nombre, fue quien me guió por Shanghai, la ciudad cosmopolita de China. A sus cortos 28 años, es una guía al día, enterada del acontecer de su país, no sólo de la parte histórica, sino de los problemas que aquejan a los ciudadanos de esta urbe mundial. Me gustó descubrir a una viajera que ha vivido en Nueva Zelanda y le gusta viajar de mochilazo; podría decir tenía cierto aire de rebeldía. Fue ella quien respondió mi duda del por qué no podía acceder a ninguna red social. No sólo no hay acceso a estos sitios, sino también a cierta información. “Si buscas algún tema que al gobierno no le agrada, no tendrás ningún resultado en la búsqueda”, me dijo al tiempo que lanzaba una sonrisa de complicidad y me enseñaba su celular. “Pero si bajas esta aplicación, podrás tener acceso” y voilá… Ahí estaba la llave que abría la puerta al mundo exterior: Onavo Protect

A lo que aspiro como viajera generalmente es a un acceso a internet mediante wifi en los sitios públicos o privados. Con ello puedo comunicarme, al menos para avisar que sigo de viaje y que estoy bien, pero desde mi llegada, noté que ninguna red social (Facebook, Youtube o Twitter) funcionaba. Al principio pensé que era una cuestión de mala conexión, pero al saber que simplemente no puedes acceder a estas páginas, esta aplicación en mi teléfono se convirtió en el medio que me permitió desearle feliz navidad y año nuevo a mi familia.

Aunque no funcionaba a la perfección, me mantuvo comunicada la mayor parte del tiempo. Desconozco si era por la conexión a internet o si era que el “Big Brother” interfería, pero me costó creer que el gobierno chino ignorara la existencia de este truco, lo que sí es claro es que en un mundo globalizado donde las protestas en contra de los gobiernos se orquestan en muchos casos a través de las redes sociales, internet sin duda, representa un gran peligro de seducción de las masas para sistemas que saben que sus gobiernos no son del todo popular entre sus ciudadanos, o de lo contrario, ¿por qué el bloqueo a la información?

Hijos únicos, Chica. ®Nina Pizá
Hijos únicos, China.  |®Nina Pizá

Planificación familiar bajo control

La otra restricción bajo la cual vive la mayoría de los chinos, es la política de un hijo por pareja. Podría ser impensable en algunos países occidentales como Noruega o Francia, que incluso ofrecen incentivos económicos para que las parejas tengan hijos porque la pirámide poblacional se está invirtiendo y cada vez son más los viejos que los jóvenes.

Ruixue es producto de esa política pública. “Yo soy hija única y todavía vivo con mis papás, como nuestras familias son pequeñas, nosotros no nos vamos del hogar hasta que nos casamos” me dijo al tiempo que comíamos y bebíamos té. “Tengo un primo, que cuando nació, fue el segundo hijo de mi tía; ella trató de esconder el embarazo hasta que no pudo más. El gobierno le exigió pagar la multa pero no tenía dinero, así que perdió su trabajo. Lo bueno es que ahora tengo a mi primo” me contaba mientras yo no podía ocultar mi asombro.

China es el país más poblado del planeta. Los enormes edificios habitacionales con treinta pisos en promedio y varias torres por complejo, dejan ver la magnitud del problema. Como pasa en todos los países, en las grandes ciudades se concentra la población que llega en busca de oportunidades, pero aquí todo es doble o triple. Colli, otro guía en Beijing, de 40 años, es padre de una niña de diez y también es producto de la misma política de planificación familiar.  Wang, su nombre verdadero chino, parecía no sentirse cómodo hablando del tema como Ruixue. “Tener un sólo hijo tiene que ver en qué parte del país vivas y si tienes dinero para pagar la multa” me dijo en voz baja, al tiempo que caminábamos hacia la Ciudad Prohibida.

Un segundo hijo, me explicó, cuesta como multa alrededor de 20 mil dólares, si no los pagas, este hijo no podrá recibir educación pública; la otra forma de poder tener más de un descendiente, es provenir de unos padres que a su vez sean hijos únicos.

A simple vista, la gente en las grandes ciudades chinas ya no cabe. Las casas convencionales de uno o dos pisos, con patio o cochera están en extinción. Todo es edificio, desde las calles se observa cómo los departamentos, sin importar el estilo de construcción, tienen tendederos extensibles fuera de las ventanas, donde cuelgan a secar con el sol, colchas de camas, calzones o calcetines. La falta de espacios privados, hace que áreas públicas como banquetas o árboles, se conviertan en patios traseros de estos departamentos, para ante la vista de todos, secar la ropa al aire libre; las banquetas son más anchas de lo convencional y motocicletas eléctricas y automóviles se estacionen al igual que en las calles.

Es el país más poblado del mundo, con más de 1,300 millones de habitantes y la primera potencia económica mundial por PIB. |®Nina Pizá
Es el país más poblado del mundo, con más de 1,300 millones de habitantes y la primera potencia económica mundial por PIB. |®Nina Pizá

Así de poblado está China. Tal vez la bonanza económica que actualmente experimenta este gigante país, el tercero del mundo más grande en territorio, brinde mayor poder a sus ciudadanos y en un futuro cercano puedan pagar el costo de tener segundos hijos o exigir el acceso a información para formarse una postura propia y no sesgada sobre ciertos temas, no lo sé.

Lo que sí sé es que sólo quedan muy pocos países en el mundo -Cuba, China, Corea del Norte y Venezuela- con políticas públicas tan estrictas hacia su población y aún cuando cada gobierno tiene el derecho de conducirse de acuerdo a sus intereses,  el tiempo y la experiencia indican que nada dura para siempre.

Desde el Centro Financiero Mundial en Shangai. |®Nina Pizá
Desde el Centro Financiero Mundial en Shanghai. |®Nina Pizá
Nina Pizá
Tijuanense, comunicóloga, periodista y viajera. Inquieta por descubrir el mundo para ver y conocer, cómo viven y piensan en el otro lado del planeta. La curiosidad y el miedo a la rutina, es la motivación que la impulsa a viajar y escribir.
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