Arcos apuntados, bóvedas de crucería, grandes pilares, cúpulas, gárgolas y enormes vidrieras. Capillas, detalles en piedra, sobriedad y muchos rincones que sólo la luz natural ilumina. Entras y dejas atrás el calor corporal y llega otro que pacifica y serena. Cada capilla es una historia, cada pasillo un recorrido, un andar de miles de religiosos, de creyentes y de tiempos. Es inmensa, majestuosa y misteriosa.
Sus inicios fueron romanos, pero después de una demolición, pasó al estilo gótico que hoy la definen y la hace una digna representante del gótico catalán. Sus detalles denotan la cultura y la historia que han formado a la Catedral de Barcelona; sus materiales datan de hace 715 años, aunque los trabajos de construcción continuaron por décadas, incluso tuvieron que pasar cinco siglos para crear la fachada que hoy en día se puede apreciar.
Su nombre completo es Catedral de Santa Cruz y Santa Eulalia y está ubicada en el centro de la capital catalana, la integran apóstoles, vírgenes, crucifijos, símbolos marcados en piedra, detalles religiosos, todos, creados hace muchos ayeres y en diferentes procesos históricos que han dejado su propia huella. Por aquí han pasado 119 obispos.
Una de sus principales características, es la cripta de santa Eulalia, construida en el siglo XIV, y es santa Eulalia la patrona de la ciudad. Su vida y muerte es uno de los misterios de la catedral que forman parte de su realidad y de su nombre, es la cripta y la leyenda. Eulalia fue una niña cristiana de 13 años que vivió en lo que hoy es la zona de Sarrià, en el tiempo en donde se suscitaban persecuciones cristianas y que, escapando de una, Eulalia enfrentó y cuestionó al Emperador Diocleciano (284-305 dC). La respuesta fueron trece martirios, los trece que representaban su edad; incluyó ser encerrada en una cárcel sin un rayo de luz, latigazos, puesta en un brasero ardiendo, quemaduras, la exhibición de su cuerpo desnudo y mutilado y finalmente, crucificada en un cruz en forma de equis.
Son trece también, en memoria de santa Eulalia, las ocas del estanque que acompaña la grandeza de la catedral, en un espacio abierto, inesperado y agradable; acompañado de una antigua fuente de Sant Jordi y perfecta para los que buscan la suerte, allí, los rayos de luz dan al espacio y a la atmósfera, un toque nostálgico, un sentir de estar en otra época, todo alrededor pertenece a otros tiempos.
La catedral también cuenta con un impresionante órgano, incluso después de unos trabajos de reparación y restauración, hace no más de 20 años, cada mes se ofrecen conciertos hoy en día. Un instrumento litúrgico e histórico. A esto se suma un museo; un importante archivo histórico, no sólo en sus paredes, sino en su espacio destinado a resaltar las obras artísticas que retratan las historias del cristianismo. Se exponen ttrabajos de artistas como Lluís Borrasà y Bartolomé Bermejo.
Cataluña se caracteriza por buscar su propia identidad, cuidarla, defenderla y hacerla crecer; por hablar en su idioma, en su espacio y bajo sus propios estilos que incluyen al gótico, que difiere al gótico en otros países europeos. Es Barcelona un ejemplo de la originalidad en la identidad cultural y en este caso, de la arquitectónica.
Otros ejemplos de catedrales en Cataluña que representan el estilo gótico catalán, son laCatedral de Girona, Santa María del Mar en Barcelona, Catedral de Tortosa, Monasterio de Pedralbes.