Al caminar por la ciudad de Oviedo, su limpieza hace destacar los detalles arquitectónicos, las piezas moldeadas, los enrejados, los detalles en las macetas de las plantas rosas y moradas que están en el centro, la variedad de empedrados de las calles, y sobre todo, las esculturas. Son más de 60 estatuas que plasman estilos de personalidades, de vidas y de historias que hablan de la esencia artística y cultural de ciudad. Desde un hombre leyendo en una banca afuera de una iglesia, hasta una mujer pensando en una esquina.
Una de esas esculturas, está dedicada al actor, guionista, escritor y humorista, Allen Stewart Konisberg conocido como Woody Allen. En agradecimiento a los elogios que hiciera a la capital del Principado de Asturias durante su visita, en octubre del año 2002, cuando recibió el premio “Príncipe de Asturias” a las Artes. Allen, declaró en aquél año: “Oviedo es una ciudad deliciosa, exótica, bella, limpia, agradable, tranquila y peatonalizada; es como si no perteneciera a este mundo, como si no existiera… Oviedo es como un cuento de hadas”. Un trabajo del artista asturiano Santarúa, es decir, Vicente Menézdez-Santarúa, con más de cincuenta años en el dibujo, pintura y escultura.
Pero se trata de un desfile para que los visitantes a esta ciudad de las esculturas que hacen un recorrido cultural y siempre lleno de sorpresas artísticas.