Dicen que fin de año es el momento perfecto para cerrar ciclos, y hoy me toca hacerlo con «Viaje con Escalas«. Con muchos sentimientos, entre ellos la gratitud y el orgullo, cierro este capítulo que empezó en 2012.
Fue una aventura donde exploramos el mundo, lo entendimos desde su diversidad y aprendimos a verlo con ojos nuevos. A lo largo de estos años, nos sumergimos en culturas, sabores y paisajes, compartiendo historias que buscaban inspirar y conectar. Todo esto fue posible gracias a un equipo increíble de autores y autoras que pusieron su talento y corazón en cada palabra. Pero, como todo viaje, llega el momento de volver la mirada hacia adelante.
Y aquí estamos. Este anuncio no es del todo una sorpresa. Hace casi un año que no publicaba contenido, como quien guarda una maleta en el armario pero no tiene el valor de deshacerla.
La verdad es que me costó mucho aceptar que, aunque las historias eran buenas, los números no cuadraban. Siempre luché con una idea clara: hablar de viajes no debía ser lo mismo que hacer promoción turística. Y ese idealismo, aunque hermoso, me llevó a no encontrar el modelo de negocio que hiciera sostenible este proyecto. Tal vez soñé demasiado alto, pero, oye, ¿qué es la vida sin un poco de locura idealista?
Hoy, en este cierre de año, me permito también cerrar este capítulo con alegría por lo vivido y aprendido. Viaje con Escalas seguirá online, porque las buenas historias no caducan. Siempre podrán leerse con nuevos ojos y, quizá, seguir inspirando a quienes las encuentren en su camino.
Gracias a ti, que has estado ahí, a todos los y las colaboradoras y a quienes creyeron en esta locura. Fue un viaje muy bonito, y aunque esta estación cierra, nuevos trenes están por venir.
¡Feliz Navidad y próspero Año Nuevo 2025!
Que este cierre de ciclo sea también un comienzo para nuevas aventuras.
Nos leemos en otro camino.