Dejó de ser una pared del barrio Malá Strana en Praga, para convertirse en un muro a favor de la libertad de expresión, a favor del amor, de la paz, de la tolerancia y de la vida misma. Expresiones que nacen del legado del músico John Lennon, uno de los más queridos integrantes de la banda británica The Beatles y que hoy, representa un símbolo de la contracultura y en este país.
Fue en la década de 1980 cuando esta pared pasó de ser plana y aburrida para inspirarse en el graffiti y en las letras del músico. En 1988, el muro era una fuente de irritación para el régimen comunista de Gustáv Husák . Jóvenes checos usaron el muro de lienzo para desahogar sus inconformidades y expresar una ideología contraria al gobierno en turno. Poco a poco, esta idea fue tomando forma de un mensaje: paz y amor. El muro llegó a ser repintado por las autoridades pero más tardaron ellos en retocar la gran pared, que en verla nuevamente saturada de poemas, frases, colores y flores.