A cuatro meses de cumplir 18 años entré en un nuevo puesto de trabajo donde conocí a Paola. Resulta que éramos vecinas de barrio y eso nos llevó a pasar cada vez más tiempo juntas; además de vernos de lunes a viernes, no había fin de semana en el que no hubiera un posible plan. Juntas dimos rienda suelta a una época de mucha fiesta y mucha cerveza. Siempre había un bar para hablar, para beber y comer, para cantar con la música en vivo, para celebrar un cumpleaños, para desahogarnos de la vida tan dura que nos tocó vivir.
Más de quince años después, Paola me preguntó si conocía Dublín; le dije que no. Entonces me propuso un viaje de casi dos semanas por Irlanda y Escocia. Nos vemos en Dublín, le dije. Nos encontramos en el aeropuerto y fuimos directas al hostal que se encontraba en el centro de Dublín. No habíamos investigado mucho, pero teníamos claro cuál sería la primera parada del viaje.
Hablamos de hacer una ruta, de visitar al menos tres o cuatro de los pubs imprescindibles de Dublín, pero nos quedamos atrapadas en el primero que visitamos. Llegamos dos, nos convertimos en cuatro y después estábamos brindando con una pareja de españoles que vivía en Londres y con un grupo de amigos de Manchester. Como en aquellos tiempos, como pasa cuando te vas a tomar unas cervezas con un buen amigo, nos reímos, nos abrazamos, hablamos y nos dijimos que nos queríamos. Nuestra casa está bastante lejos y costaba creer que estábamos en un pub de Dublín… Cada que caímos en cuenta del momento: ¡Salud!
“Estamos aquí para desaprender las enseñanzas de la iglesia, el estado y nuestro sistema educativo. Estamos aquí para tomar cerveza. Estamos aquí para matar la guerra. Estamos aquí para reírnos del destino y vivir tan bien nuestra vida que la muerte tiemble al recibirnos”. Charles Bukowski
Pubs emblemáticos de Dublín
- Davy Byrne’s: Resulta que un joven migrante llegó a Dublín en busca de una carrera comercial; se llamaba Davy Byrne. Tras años de trabajo compró su primer local, el de Matthew Riley, en Duke Street, que conserva el letrero del nombre del bar desde el primer día. Ha sido considerado uno de los pub literarios más famosos de Dublín, testigo de grandes cambios en la vida irlandesa, y hoy sigue siendo parte del día a día de los habitantes y de los visitantes de la ciudad.
- The Brazen Head: Oficialmente, el pub más antiguo de Dublín, donde tuvo su mesa Leopold Bloom, el protagonista de “Ulises” de James Joyce. Es lo que ellos mismos llaman un irish pub en toda regla y todo el que entra por la puerta parece que tiene un ritual: una pinta de cerveza, algo para picar y abrir el apetito, posiblemente otra pinta y el tradicional fish and chips. Además, no olvidemos que es un bar, presume de ofrecer variedad de cervezas…
- Temple Bar: Sir William Temple construyó su casa en la esquina de Temple Lane, su hijo se hizo con todos los terrenos a la redonda y se convirtió en un barrio, hoy conocido principalmente por su vida nocturna. En aquella casa tenemos al actual Temple Bar Pub, uno de los pubs de Dublín más visitados por viajeros de todo el mundo. Una de sus características es la música que se toca todos los días de la semana, no por nada ha sido galardonado como el pub irlandés de la música del año 2002 a 2012.
- Johnnie Fox´s: Ahora nos vamos alejar del centro y nos iremos a las montañas de la capital irlandesa. Johnnie Fox´s es un pub conocido por locales y extranjeros, y es que su fama es la atmósfera irlandesa del bar. Es antiguo y tradicional, con música cada noche, variedad de cerveza, repleto de cuadros en sus paredes, y con una cena espectáculo conocido como la “Nigh’ Hooley’ que es uno de sus principales sellos.
- Gravity Bar: Nos alejamos de las montañas y nos vamos al pub más VIP de los pub´s de Dublín, y no se trata de un sitio exclusivo, sino del bar de Guinness Storehouse, en el último piso de la fábrica que además de ofrecen la cerveza de casa, cuenta con una de las mejores vistas de la ciudad.
Arlene, me pasa lo mismo cada que leo un texto en VCE, empiezo a pensar en mi vapuleada capacidad de ahorro para pensar en el siguiente. Me pregunto en qué momento viajar se volvió un afición vital. ¡Carajo! Se me antojó una Guinness¡¡¡¡