La cordillera de los Balcanes atraviesa Bulgaria hasta llegar a la orilla del Mar Negro. Es la propia cordillera la que separa la costa búlgara en playas de arena blanca en el sur y playas con acantilados en el norte. La costa del mar Negro, para quienes disfrutan pasando sus vacaciones al sol, es uno de los grandes atractivos de Bulgaria. En otros tiempos fue conocida como la Riviera Roja por la gran afluencia de turismo soviético; después de la caída del comunismo y hasta la actualidad, como la Riviera Búlgara. En ella se establecieron localidades representativas de un rica herencia histórica que podemos rastrear de ruta a lo largo de la costa búlgara del mar Negro.
Bulgaria ocupa el tercer lugar en Europa en cuanto al número de monumentos arqueológicos. El país está salpicado de pueblos rurales y ciudades que se conservan con tradiciones milenarias. El estilo de vida y la cultura búlgara ha ido tomando forma durante siglos por el aporte de tracios, griegos, romanos, eslavos y búlgaros. Su huella es un tesoro mundial. Las tradiciones, las fiestas, las costumbres y los rituales conservados dan testimonio de la riqueza cultural de Bulgaria. ¿Os apetece un recorrido por algunos pueblos costeros?
La costa del mar Negro en Bulgaria y sus pueblos
- Nesebar es una pequeña península rodeada de una muralla del siglo III. La ciudad, fundada por los tracios, fue ocupada por romanos, bizantinos, otomanos y búlgaros que nos legaron callejuelas serpenteantes y casas tradicionales que siguen aguantando el paso de los siglos. Nesebar, además de contar con una playa concurrida desde inicios del siglo XX, es una ciudad Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Lo es por su casco antiguo y por sus más de cuarenta iglesias representativas de algunos de los mejores ejemplos de arte búlgaro y bizantino. La antigua ciudad aporta el testimonio de varias civilizaciones desaparecidas e ilustra el contexto histórico de los pueblos de la costa búlgara.
- Varna, rodeada de viñedos, huertos y bosques, es la capital turística del litoral del mar Negro. En la década de 1950 la ciudad se llamaba Stalin. Hoy es el resort más grande de la costa, con populares playas, tiendas de lujo y restaurantes. En Varna se encontró el tesoro de oro más antiguo del mundo, en la Necrópolis de Varna: monedas, armas y joyas del año 4.600 a. C. Fue fundada por los milesios, destruida por los getas y conquistada por Roma; fue ocupada por el Imperio otomano, después por los rusos.
- Burgas, abrazada por lagos y parques naturales, mantiene sus muros sobre los restos de antiguas ciudades. Se han encontrado objetos antiguos relacionados con la agricultura y la obtención de sal que son los más antiguos de toda la costa del mar Negro, además de los de Turquía y el Cáucaso. Se trata de una ciudad activa y dinámica, escala común de diversos viajeros atraídos por los antiguos frescos que se conservan como por la intensa agenda cultural. A diferencia de otras ciudades búlgaras, Burgas mantiene buena parte de su arquitectura del siglo XIX y principios del siglo XX.
- Veliko Tarnovo, a orillas del río Yantra, es el centro cultural del norte de Bulgaria. Los monasterios Dryanovo y Preobrazhenski son la antesala de los acantilados. En Veliko Tarnovo se encuentra la fortaleza medieval de Tsarevets, que es la más importante del Segundo Imperio Búlgaro, donde se hallan las ruinas de lo que fue el Palacio Imperial. El casco histórico concentra al menos una decena de edificios que solo verlos nos hacen viajar hasta la época otomana.
- Sozopol es un enclave turístico de casas de estilo tradicional. En el pasado era un destino vacacional para pintores, escritores y gente bohemia, y algo de ese ambiente conserva aún, sobre todo cuando se pasea por sus calles empedradas. Sozopol fue Apolonia cuando vivía como colonia griega; su antigüedad en la costa, la convierte en un lugar único en el país. Conserva un importante patrimonio histórico y hermosas playas. ¿Qué más podemos pedir?
Por: Redacción