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viernes, marzo 29, 2024
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Las joyas de Dalí explicadas por él mismo

Son treinta y siete joyas de oro y piedras preciosas que Salvador Dalí realizó entre 1941 y 1970 que se exponen de manera permanente en el Teatro-Museo Dalí de en Figueres, acompañadas de veintisiete dibujos y pinturas sobre papel  que reflejan el proceso creadito de los diseños. Todas las obras fueron confeccionadas en la ciudad de Nueva York y hace quince años pertenecen a la Fundación Gala-Salvador Dalí

Salvador Dalí, 1959

Raison d´etre

Paladín de un nuevo Renacimiento, me niego también a ser confinado. Mi arte abarca la física, las matemáticas, la arquitectura, la ciencia nuclear – la psiconuclear, la mística nuclear y la joyería- no sólo la pintura.

Mis joyas quieren protestar contra la importancia que se da al precio del material de joyería. Lo que pretendo es que se aprecie el arte del joyero tal como es – en el cual el diseño y el trabajo artesanal  deben ser reconocidos por encima del valor material de las gemas, como en la época del Renacimiento.

El Diseño y la Inspiración

En las joyas, al igual que en toda mi actividad artística, creo lo que más amo. En algunas de ellas se puede apreciar un aire arquitectónico –al igual que en ciertas pinturas mías; una vez más la ley logarítmica se manifiesta; al igual que la relación entre el espíritu y la materia; el tiempo y el espacio.

Sobre la relación entre el tiempo y el espacio

El conocimiento de la unión entre tiempo y espacio penetró en mi consciencia en la niñez. No obstante mi invento del “reloj blando” –primero al óleo y más tarde, en 1950, en oro y piedras preciosas, provocó opiniones dispares; aprobación y comprensión; escepticismo e incredulidad.

Hoy, en las escuelas americanas mi “reloj blando” se expone como expresión profética de la fluidez del tiempo… la indivisibilidad entre el tiempo y el espacio. La velocidad en los viajes en la época actual – los viajes en el espacio- confirma esta convicción. El tiempo es fluido, no rígido.

Sobre la atribución de características humanas a seres inanimados

Los temas antropomórficos aparecen una y otra vez en mis joyas. Veo la forma humana en los árboles, las hojas, los animales; lo animal y lo vegetal en lo humano. Mi arte – en la pintura, en los diamantes, en los rubíes, en las perlas, en las esmeraldas, en el oro, en el crisoprasio – demuestra cómo sucede la metamorfosis; los seres humanos crean y cambian. Cuando duermen, se transforman totalmente – en flores, en plantas y en árboles. La nueva metamorfosis sucede en el Cielo. El cuerpo se vuelve íntegro de nuevo y alcanza la perfección.

Sobre la apariencia frívola de ciertas joyas de Dalí

¡Ilusorio! Las joyas de Dalí deber ser tomadas muy en serio. Me complace cuando mi joya de los pendientes telefónicos produce una sonrisa. La sonrisa es algo agradable. Pero los pendientes, al igual que todas mis joyas, son objetos serios. Los pendientes significan la oreja, símbolo de la armonía y unidad. Connotan la velocidad de los medios de comunicación modernos; la esperanza y el peligro de los intercambios de pensamientos repentinos.

Sobre la colección

Mi colección de joyas, reunida por la Fundación Owen Cheatham, tendrá, ineluctablemente, una importancia histórica.

En la historia, demostrarán que los objetos de belleza pura, sin utilidad pero realizados  maravillosamente, fueron valorados en una época en la cual el principal énfasis se daba a lo utilitario y lo material.

Liberadas del materialismo y en aras de un propósito filantrópico, las joyas de Dalí ejercen de Embajadoras en América – Rusia, Europa y en el resto del mundo; un símbolo de unidad cosmogónica de nuestro siglo.

Las piezas enjoyadas – adornos, medallas, cruces, objetos de arte,  que se encuentran en este libro no fueron concebidas  para permanecer inertes en una cámara acorazada. Fueron creadas para agradar al ojo, elevar el alma, despertar la imaginación y expresar convicciones. Sin un público, sin la presencia de espectadores, estas joyas  no cumplirán la función por la cual fueron creadas. El espectador, por tanto, se convierte en el artista final. Su visión, su corazón, su mente – fusionados y captando con mayor o menor comprensión la intención del creador – les dan vida.

 

 

Arlene Bayliss
¡Ahorita Vengo! Eso dijo en su casa y no ha vuelto. De Tijuana en Barcelona. Comunicación y periodismo de viajes.
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